El planeta Tierra llega al Día Mundial de la Población presionado por la pandemia del COVID-19, la cual no sólo ha cobrado la vida de más de medio millón de personas, sino que ha dejado economías devastadas y desnudado la desigualdad entre ciertos sectores sociales. En esta ecuación, las mujeres son quienes salen más afectadas en renglones como la planificación familiar y la violencia de género.
Esto supone diversos retos en materia de población, explicó la investigadora adscrita a los centros universitarios de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) y de los Altos (CUAltos), de la Universidad de Guadalajara, doctora Patricia Noemí Vargas Becerra.
Por ejemplo, de acuerdo con datos de un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) y las universidades Johns Hopkins, de Estados Unidos y Victoria, de Australia, 47 millones de mujeres, en 114 países, no podrán utilizar anticonceptivos, ya sea por la interrupción de cadenas de suministros o por la falta de recursos económicos. Por ende, esto afecta el derecho de la planificación familiar, ya que con seis meses de confinamiento se prevén en el mundo siete millones de embarazos no planeados, compartió la demógrafa del CUCEA.
El 11 de julio se conmemora el Día Mundial de la Población. Esta fecha se estableció desde 1989 y, de acuerdo con el UNFPA, “busca centrar la atención en la urgencia e importancia de los problemas de población”.
“Llegamos a este día con circunstancias distintas. En este período de confinamiento se han presentado mayores índices de violencia en el hogar. La pandemia tendrá, sin duda, una repercusión en el incremento de la fecundidad de niñas y adolescentes, y aunque todavía no hay datos duros al respecto, se teme que a partir de septiembre se dé un mayor número de nacimientos”, detalló la también Jefa del Departamento de Ciencias de la Salud, del CUAltos, doctora Vargas Becerra.
“En el confinamiento también hemos visto la pérdida de empleos –agregó–, en lo que tiene que ver con la pandemia. También hay falta de acceso a anticonceptivos oportunos y se ha reducido el acceso a este tipo de derechos, al verse reducidos los ingresos”.
De acuerdo con estos reportes del UNFPA, se estima un incremento de 31 millones de casos de violencia de género adicionales a los que ya existen en el mundo. Además, 60 millones de mujeres realizan trabajo informal, lo cual implica un mayor riesgo de caer en la pobreza, dijo.
Vargas Becerra recuerda que en la Cumbre de Nairobi, celebrada en 2019, se discutieron cuestiones sobre derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Y este informe de 2020 estuvo centrado en los derechos de niños y jóvenes, poniendo la discusión en la mesa sobre el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
Al respecto, este informe señala que “el COVID-19 podría repercutir enormemente en las iniciativas dirigidas a eliminar” ambas prácticas y, por ende, “derive en 13 millones de matrimonios infantiles adicionales entre 2020 y 2030” y “dos millones de casos de mutilación genital femenina, que de otro modo se podrían haber evitado”.
En lo que concierne a una posible disminución de la población derivada de la pandemia, Vargas Becerra explicó que no sólo existe el factor de las defunciones, sino que hay otras variables como la tasa de fecundación, la mortalidad y la migración, lo que no significa que con las muertes de la pandemia la población mundial vaya a disminuir, porque existen otros factores.
“Lo que sí pudiera haber es una disminución de la esperanza de vida. Eso pasó, por ejemplo, en México, por el impacto de la violencia, que ya es de tal magnitud que ya veíamos un freno a esta esperanza, y si le agregamos las muertes por el COVID-19 ya podríamos tener un descenso de esa expectativa”, subrayó.
En cuanto a la fecundidad, en Europa ya está debajo del nivel de reemplazo, que debe ser que cada mujer tenga una hija. En México aún estamos arriba de ese nivel, por lo cual, el reemplazo de la población está garantizado.
“Todo esto tiene que ver con el proceso de modernización, secularización, escolaridad y participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Cuando la fecundidad desciende es complicado recuperarlo”, recalcó.
Para Vargas Becerra, este 11 de julio es una oportunidad para reflexionar sobre los derechos de la población, la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la gente en estos momentos de desigualdad social, que la colocan en situaciones muy diferentes, atentando a su derecho a la salud, a la seguridad social, al trabajo, a la educación, a una vida libre de violencia, a la integridad y seguridad personal, a la seguridad sexual y reproductiva; esto se suma a la desigualdad que ya persiste en la población y que se transforma en situaciones de vulnerabilidad frente a una pandemia.
“Por ejemplo, que no hayas tenido derecho a un trabajo digno te sitúa en una situación de vulnerabilidad por la carencia de servicios de salud. Esta es una oportunidad para reflexionar sobre los derechos de la población y cómo esos derechos que no están cubiertos colocan a grandes contingentes de la población en situaciones de vulnerabilidad frente a esta pandemia. Esta pandemia nos desnudó”, concluyó.
Para saber:
- 1950: la UNFPA estimó una población mundial de 2 mil 600 millones de personas
- 1987: se alcanzaron los 5 mil millones
- 1999: ya éramos 6 mil millones de personas
- 2011: la población global era de 7 mil millones personas
- 2050: la población se acercará a los 10 mil millones
Más información en: https://www.unfpa.org/es/swop
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”
Guadalajara, Jalisco, 10 de julio de 2020
Texto: Julio Ríos / Prensa UdeG
Fotografía: Abraham Aréchiga / Prensa UdeG